POR ALGO LA BRÚJULA MARCA EL NORTE...
- florenciafsl
- 21 may 2018
- 5 Min. de lectura

Mi primer viaje sola se dio por necesidad , tenia que hacer algo conmigo, estaba en medio de una crisis personal muy fuerte y en un ataque de valentía compre los pasajes para irme al Norte sola.
Me subí a ese micro rumbo a Salta llena de miedos pero sobre todo llena de prejuicios, esos prejuicios socialmente adquiridos como que viajar solo es aburrido y peligroso , mas de una vez me pregunte que estoy haciendo? y me conformaba pensando que cuando estas de vacaciones los días pasan rápido y cuando me quiera dar cuenta iba a estar de vuelta en casa, ademas me llevaba un libro bien grande para leer y entretenerme . Tenia 2 semana de vacaciones pero por mis miedos el viaje solo ocuparía 1 semana, ademas mis finanzas estaban en rojo por lo que no me quedo mas remedio que alojarme en un hostel , al menos en la primer etapa de mi viaje . Eso de compartir habitación ,y mas aun baño, con desconocidos siempre me había generado ciertas fobias . Cuando llegue al hostel y vi que también compartía habitación con hombres entre en pánico y comenze a pensar en pedir alguna habitación individual, pero el dinero no me alcanzaba asi que no me quedo otra que resignarme a que el tiempo pasara rápido . Esa primera noche una japonesa y un italiano con los que compartía habitación me invitaron cenar pero yo era muy desconfianzada: como iba a comer con desconocidos ? y me excuse en mi cansancio por el largo viaje . El hostel estaba lleno de extranjeros y yo me sentía extranjera en mi propio país , me fui a dormir temprano así el tiempo empezaba a pasaba mas rápido. En la sala algunos viajeros se reunían a charlar ,otros en la cocina a cocinar, pero yo prefería no integrarme por seguridad.
Al día siguiente me desperté y para mi sorpresa había pasado esa primera noche entre extraños sin sobresaltos .Sali a recorrer el centro de Salta y contratar excursiones para mantenerme ocupada los días siguientes. Di un paseo por la plaza principal ,sus iglesias ; el cerro San Bernardo ,su teleférico y espectacular vista de la ciudad ; hasta me hice tiempo de cumplir una promesa e ir a la virgen de los cerritos , me di cuenta que era totalmente libre de hacer lo que yo quería y eso me empezó a gustar . Cuando regrese al hostel vi algo que empezó a abrir mi cabeza y romper mis prejuicios , mi compañero de cuarto italiano ya se iba, continuaba su viaje hacia Bolivia y dejo una nota sobre la mochila de la japonesa que todavía dormía: Cia Yoki, see you in the next life, have a nice trip. Your friends Paolo (Adios Yoki, nos vemos en la próxima vida , que tengas un buen viaje Paolo) . Me pareció increíble : dos personas de dos lugares del mundo tan distantes y distintos se encuentran en un lugar tan remoto para ambos como el norte Argentino. Empece a pensar que quizás abrir mi cabeza e integrarme con desconocidos no era algo tan malo. Así fue que comencé a ser mas simpática con mis compañeros de habitación, los que solían cambiar a diario , Franceses , alemanes , holandeses , ingleses ,esa habitación parecía una convención de la ONU.
Los días siguientes estarían repletos de excursiones , la primera : Cafayate . Fue en ese viaje donde termine de convencerme que disfrutar del viaje solo dependía de mi , de abrir mi cabeza y tirar mis prejuicios a la basura . Me encontré sola disfrutando de una rica tortilla con queso en medio del paisaje imponente del anfiteatro , cerré los ojos y disfrute enormemente de ese momento como hacia mucho no disfrutaba . Otro momento que disfrute muchísimo fue cuando me comí unas empanadas en la mítica "Casa de las Empanadas" , un lugar con las paredes escritas por miles de historia y también estaba sola, podía disfrutar de buenos momentos sola!. Una pareja europea (ella Belga y el francés) que iban en la misma excursión se acercaron a mi al verme sola y hacían esfuerzos terribles por comunicarse conmigo en español , fuimos a una bodega y catamos un típico vino salteño , otro lindo momento solo que esta vez acompañada. Habia pasado un hermoso día , esto de viajar sola no era tan aburrido como pensaba.
Luego vendría la excursión a Cachi , donde un grupo de jubilados cordobeses me adoptaron como de su grupo y me hicieron divertir mucho con su tipico humor Cordobes. Después vendría Pumamarca , Tilcara y Humahuaca excursión que compartí con uno de mis compañeros de cuarto: un ingles , como sabrán los argentinos y los ingleses tenemos nuestras diferencia pero en ese momento poco importaban nuestras nacionalidades. En el hostel ademas compartía habitación con un argentino y un estadounidense , los 4 con el britanico habíamos pegado muy buena onda y pasamos la tarde tomando mate entre grandes charlas sobre música (mitad en ingles y mitad en español). Pensar que en mi primer día quería salir corriendo cuando vi que compartía la habitación con hombres y ahora se había vuelto algo tan natural .
Se me habían pasado los días y no había tocado una hoja de mi libro , de día me la pasaba recorriendo lugares y de noche compartiendo momentos con mis compañeros . Fue esa noche antes de irme de Salta rumbo a jujuy donde mi viaje termino de sorprenderme por completo. Estaba en la computadora cuando un chico de rasgos asiático se me sentó a mi lado y en un perfecto español me pregunto por la camiseta de fútbol que llevaba puesta . Nose que me sorprendía mas si el perfecto español con el que hablaba ese japones o que conociera a mi humilde equipo de fútbol del cual soy hincha: Almirante Brown , entonces me contó quien era. Ryuji era futbolista, hacia 10 años había dejado su japón natal para venir a la Argentina a cumplir su sueño de ser jugador profesional. Estaba jugando en un equipo de la liga salteña pero después de la desilucion de perder el campeonato había decidido colgar los botines, ese hostel era su refugio en sus tiempos libres. Hablamos mucho sobre fútbol y en chiste me ofrecí a representarlo , tiempo después ese chiste se haría realidad pero eso es para otra historia . Esa era su ultima noche ahí, se iba para Cafayate y yo para San Salvador , quedamos en contacto para quizás vernos en Jujuy.
Cuanto había cambiado en mi desde que llegue a Salta hasta que me fui con rumbo a Jujuy .... había conocido mucha gente que en mi vida hubiera conocido, tan diversas , pero los mas importante mis miedos y prejuicios habían desaparecido . Era libre en todos los sentidos en que una persona puede ser libre .
LLegue a San Salvador de Jujuy donde tenia reservada una habitación privada en un hotel , eso que deseaba tanto en los primeros días de mi viaje ahora me parecía aburrido, extrañaba mi habitación multitudinaria y pluricultural. Quería hacer la excursión a las salinas y me habían dicho que la forma mas barata era ir hasta Pumamarca donde unas camionetas ofrecían el viaje por pocos pesos , solo había que esperar que se junten todos los turistas necesarios para llenar o casi llenar la camioneta. No solo conoci las salinas sino también un grupo de gente increíble la tucu Ceci , el porteño Fabi y las chicas de Barcelona. Con ellos y con Ryu, que había llegado a Jujuy , fue con quienes pase la noche mas linda de mi viaje en una peña en Tilcara comiendo rico y bailando folklore , una de esas noches que quedaran en mi corazón para siempre. Así terminaba mi viaje , me volví del norte con la valija llena de amigos , de paisajes , de lindos momentos pero sobre todas las cosas volví mas segura de mi misma. La crisis personal que me llevo a hacer ese viaje ya no existía , se quedo en algún cerro del norte, entonces descubrí porque cuando estas perdido la brújula siempre te lleva hacia el norte....
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